Parménides, la vía de la Verdad

La Vía de la Verdad para Parménides se opone a la Vía de la opinión.
La Vía de la Verdad para Parménides se opone a la Vía de la opinión.

 

Otro filósofo de la Antigüedad, con cierto carácter profético, fue Parménides. Curiosamente sus ideas se enfrentan al enfoque anterior de Heráclito y los pitagóricos. Algunos sostienen que Parménides fue el primer metafísico, al dar un giro a las preocupaciones filosóficas de sus contemporáneos y por primera vez se ocupó del tema del Ser.

La oposición entre Heráclito y Parménides es un clásico entre controversia de dos visiones filosóficas enfrentadas. En palabras de Conford,  “Heráclito es el profeta de un Logos que podría expresarse exclusivamente en contradicciones aparentes; Parménides es el profeta de una lógica que no tolerará apariencia de contradicción”. Si el tema central de Heráclito era el cambio, en Parménides el tema es una noción de verdad contra las opiniones y la contradicción.

A continuación se analizarán algunos fragmentos atribuidos a Parménides con unos comentarios con relevancia para Estrategia Minerva.

“La cuestión de la apariencia y la semejanza sin ser, y de la existencia de las cosas de las que se habla pero no son verdaderas, todo esto sigue están lleno de contradicción, exactamente igual que lo han estado siempre en el pasado. Constituye una dificultad insalvable ver en que términos puede uno decir o pensar que las “falsedades” (palabras falsas y falsos juicios) poseen una existencia real, sin ser cogido en contradicción nada más abrir la boca” (Platón, Sofista, 236)

Algunos atribuyen a Parménides algunos principios básicos para la lógica, que luego expondrá Aristóteles. La noción básica es en principio de no-contradicción. No puede ser, a la vez, verdaderas la afirmación y negación de un mismo predicado. A y –A no pueden ser simultáneamente verdad. Este principio ha sido unode los pilares del racionalismo en el pensamiento occidental.

De esta forma, es falso todo argumento que incluya una contradicción. El papel de las paradojas en el enfoque filosófico es muy relevante. Los sofistas tenían como objetivo, educar a través de la retórica, para que los ciudadanos convencieran con sus propuestas en el Ágora. Una de las herramientas retóricas era llegar a una paradoja –una situación absurda, contradictoria o contra la opinión común- en el razonamiento del adversario. Un método parecido utilizaba Sócrates, con la mayéutica, donde conseguía que de la otra persona nacieran las ideas gracias a llegar a una contradicción en su argumentación.

La fertilidad filosófica de las paradojas no ha de hacer perder de vista, desde la perspectiva de Parménides, que es relevante que para llegar a la verdad se debe afirmar el principio de no contradicción. Precisamente la mala fama que se les atribuye a los sofistas se basaba en que eran capaces de defender una idea y su contraria con increíble facilidad. Desde Estrategia Minerva Blog, cabe considerar que los problemas reales no suelen presentarse como un contraste de blancos y negros, sino más bien una gama de grises. Pero en este contexto cobra especial relevancia afirmar el principio de no contradicción. Porque en muchas ocasiones la simple consideración de que es imposible afirmar una propiedad y su contraria es una muestra de claridad y honradez.

“En mi opinión, debemos hacer la siguiente distinción : ¿qué es lo que siempre es y no tiene devenir, y qué, por otra parte, es lo que deviene sin cesar y nunca es? Lo primero es lo único comprensible unido al raciocinio (porque permanece siempre), lo segundo está conjeturado por la opinión acompañada por la sensación irracional, que nace y perece, sin jamás ser verdaderamente.” (Platón, Timeo, 27d) .

Este fragmento que se atribuye a Parménides es muy característico de su pensamiento. Existe una Vía de la Verdad –que conecta con la Razón, con la noción de Ser- y la Vía de la Opinión –que enlaza con los sentidos, que es futil y falsa-. Esta oposición es su forma de oponerse al empirismo de Heráclito y se podría considerar como un posible inicio de la controversia racionalismo/empirismo.

La posibilidad de conocer verdaderamente se conecta con la racionalidad y éste conecta con el Ser, que es inmóvil y eterno. Parménides afirma “todo es uno e inmutable”. Frente a esto, las apariencias de los sentidos, llevan a un camino que realmente no es, en un sentido profundo y fecundo.

Estas consideraciones metafísicas de la Filosofía clásica puedenhacer reflexionar sobre las vías de conocimiento en las sociedades del siglo XXI. La relevancia de los medios de comunicación, su búsqueda incesante de la actualidad, sus dinámicas y mecanismos y su enorme poder de influencia. Alguien podría verlos como la Vía de la Opinión de Parménides.

Recuperando a Italo Calvino y su ensayo ¿Por qué leer a los clásicos?, recordamos cuando afirma que “es clásico lo que persiste como ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incompatible se impone.” Cada uno ha de encontrar su Vía a la Verdad, al Ser, a la Racionalidad. Éstos quizá están más cerca de las obras clásicas que de una insaciable sed de titulares.

“Lo que puede decirse y pensarse debe ser, puede ser, pero la nada no es. Esto es lo que te ordeno que consideres, pues ésta es la primera vía de investigación de la que intento apartarte y después de aquella por la que los hombres ignorantes vagan, dicéfalos; pues la incapacidad guía en su pecho el pensamiento errante; son arrastrados, sordos y ciegos a la vez, estupefactos, gentes sin juicio, que creen que ser y no ser son lo mismo y no lo mismo; el camino que todos ellos siguen es regresivo.” Fr. 6 Simplicio, In Phys, 86, 27-28 (4-13)

La frase que se atribuye a Parménides es “lo que es, es y lo que no es, no es.” La vía de la Verdad lleva al Ser y la Vía de la Opinión comporta desorientación y regresión. La visión parmediana es una crítica contra el relativismo del todo vale, donde dominan las contradicciones.

El panorama que se refleja en estas palabras pone de manifiesto, una vez más, la relevancia de la educación. Para poder tomar las mejores decisiones es relevante estar preparado adecuadamente. Las oportunidades pueden darse si se sigue un camino hacia el conocimiento, no hacia la apariencia. Es la vía a la Verdad de Parménides.

Heráclito, aprender del cambio

Según Heráclito, la vida es como en río, que fluye, donde no se repiten dos veces la misma situación.
Según Heráclito, la vida es como en río, que fluye, donde no se repite dos veces la misma situación.

 

No todos los filósofos de la Antigüedad, tenían buena fama. Heráclito era conocido como “el Enigmático” o “el Oscuro”. Diógenes Laercio dice de él que “no expresa nada con claridad”. Se le atribuye un libro titulado Sobre la naturaleza.

En sus escritos se vislumbra un carácter profético, como si fuera una especie de oráculo. Kirk, Raven, Schofield explican que Platón le menciona, en ocasiones, en un tono humorístico e irónico e insiste, sobre todo, en una de sus opiniones “todas las cosas fluyen” que se le atribuye libremente en sus diálogos.

Analizaré a continuación algunas ideas de Heráclito y añadiré algunos comentarios sobre los temas de Estrategia Minerva Blog.

-Conócete a ti mismo

Según cuentan, una inscripción en el templo de Apolo de Delfos decía “Conócete a ti mismo”. Heráclito admiraba esta visión. Es un principio importante conocer las propias habilidades, energías, los puntos fuertes y los puntos débiles. Es necesaria una cierta introspección en la individualidad para saber qué posibilidades se tienen ante determinada situación. Pero la propia vida de Heráclito nos muestra los límites de esta introspección.

En efecto, Heráclito es acusado de misantropía como muestra en esta frase donde afirma “no fue discípulo de nadie -escribe Diógenes (IX, 5)-, sino que dijo que se había investigado a sí mismo y que todo lo había aprendido de sí mismo.” Estamos en una red de conocimiento, nadie puede pretender ser su única fuente de saber. No somos islas remotas. Aprendemos de los demás y siempre habrá alguien más sabio que uno, del que poder aprender.

Precisamente el ámbito de la negociación y de la estrategia surge porque existe un interés en que los demás se comporten de determinada manera y los demás también quieren algo de nosotros. Dicho de otra forma, la mayoría de relaciones entre los seres humanos son en escenarios cooperación y conflicto. Dos características de los individuos favorecen la cooperación como son: que somos mutuamente vulnerables y tenemos un altruismo limitado.

Con la base en esta mentalidad cerrilmente individualista, Heráclito “llegó a hacerse sumamente altanero y desdeñoso (…) Acabó por convertirse en misántropo; se retiró del mundo y vivió en los montes, alimentándose de hierbas y plantas. Convertido por esta causa en un hidrópico, bajó a la ciudad y en enigmas le preguntaba los médicos si ellos serían capaces de convertir en seco el tiempo lluvioso” (Diógenes Laercio, IX I).

La armonía es siempre el producto de los contrarios, por ello, el hecho básico del mundo natural es la lucha

El primer concepto clave en Heráclito es el de logos. Como afirma Guthrie, “Heráclito creyó primero y ante todo en un Logos.” Este afirma que “todo acontece de acuerdo con el Logos” y “el Logos ordena todas las cosas”. Según esta visión, una sola cosa es la sabiduría: conocer con juicio verdadero cómo todas las cosas son gobernadas a través de todas las cosas (Fr. 41 Diogénes Laercio, IX 1).

Para explicar como Heráclito concebía el logos, es importante la noción de lucha de contrarios. De esta forma, “la paz y la guerra no se suceden entre sí por turno: en el mundo existen siempre la paz y la guerra. El cese de la contienda significaría la desintegración del cosmos.”

Esta visión está conectada con la filosofía de Anaximandro y con algunas manifestaciones de filosofía oriental, como el taoísmo. Que la armonía se basa en la lucha de contrarios tiene implicaciones metafísicas, morales o jurídicas.

La clave está que la vida moral es lucha, en una visión del pluralismo agonista. La armonía es un equilibrio de contrarios. Un fondo de verdad asiste a cada parte que solo llega al equilibrio con la verdad de su contrario. Esto significa que el mundo moral es complejo, plural, cambiante…

Heráclito añade dos frases interesantes para pensar: “una armonía invisible es más intensa que otra visible” “la auténtica naturaleza de las cosas suele estar oculta”

-Todo está en continúo movimiento y cambio

Quizá la idea más famosa de Heráclito es que “todas las cosas fluyen”. Platón afirma que “Heráclito dice en alguna parte que todas las cosas se mueven y nada está quieto y comparando las cosas existentes con la corriente de un río dice que no te podrías sumergir dos veces en el mismo río” (Platón, Cratilo, 402 A).

La interpretación habitual es algo así como que todo pasa. De ahí la relevancia de las segundas oportunidades. La vida fluye en un río y no volverán a repetirse determinadas circunstancias. Por eso cada situación requiere de un enfoque adecuado a partir de la experiencia del pasado.

Según Brice Parain en su Historia de la Filosofía “la fórmula quería decir otra cosa; reuniría en una sola imagen a los contrarios: lo Mismo y lo Otro.” El río fluye pero es distinta la perspectiva del navegante y del observador externo. Quien vive unas circunstancias particulares tiene una perspectiva que difiere de quién vive desde fuera esas circunstancias. Por eso es tan relevante la comunicación humana y la posibilidad de influir en los demás.

Según Aristóteles, “las teorías de Heráclito de que todas las cosas sensibles están en un continuo fluir” (Aris, Meta, 987 a 32). Algunos han querido ver en esta visión de Heráclito un alabanza del relativismo. Cabe pensar que del cambio se puede aprender, de la experiencia, de los buenos consejos de los demás. La clave es que cada uno, al fin, encuentre su armonía, su conexión con el logos.