Parménides, la vía de la Verdad

La Vía de la Verdad para Parménides se opone a la Vía de la opinión.
La Vía de la Verdad para Parménides se opone a la Vía de la opinión.

 

Otro filósofo de la Antigüedad, con cierto carácter profético, fue Parménides. Curiosamente sus ideas se enfrentan al enfoque anterior de Heráclito y los pitagóricos. Algunos sostienen que Parménides fue el primer metafísico, al dar un giro a las preocupaciones filosóficas de sus contemporáneos y por primera vez se ocupó del tema del Ser.

La oposición entre Heráclito y Parménides es un clásico entre controversia de dos visiones filosóficas enfrentadas. En palabras de Conford,  “Heráclito es el profeta de un Logos que podría expresarse exclusivamente en contradicciones aparentes; Parménides es el profeta de una lógica que no tolerará apariencia de contradicción”. Si el tema central de Heráclito era el cambio, en Parménides el tema es una noción de verdad contra las opiniones y la contradicción.

A continuación se analizarán algunos fragmentos atribuidos a Parménides con unos comentarios con relevancia para Estrategia Minerva.

“La cuestión de la apariencia y la semejanza sin ser, y de la existencia de las cosas de las que se habla pero no son verdaderas, todo esto sigue están lleno de contradicción, exactamente igual que lo han estado siempre en el pasado. Constituye una dificultad insalvable ver en que términos puede uno decir o pensar que las “falsedades” (palabras falsas y falsos juicios) poseen una existencia real, sin ser cogido en contradicción nada más abrir la boca” (Platón, Sofista, 236)

Algunos atribuyen a Parménides algunos principios básicos para la lógica, que luego expondrá Aristóteles. La noción básica es en principio de no-contradicción. No puede ser, a la vez, verdaderas la afirmación y negación de un mismo predicado. A y –A no pueden ser simultáneamente verdad. Este principio ha sido unode los pilares del racionalismo en el pensamiento occidental.

De esta forma, es falso todo argumento que incluya una contradicción. El papel de las paradojas en el enfoque filosófico es muy relevante. Los sofistas tenían como objetivo, educar a través de la retórica, para que los ciudadanos convencieran con sus propuestas en el Ágora. Una de las herramientas retóricas era llegar a una paradoja –una situación absurda, contradictoria o contra la opinión común- en el razonamiento del adversario. Un método parecido utilizaba Sócrates, con la mayéutica, donde conseguía que de la otra persona nacieran las ideas gracias a llegar a una contradicción en su argumentación.

La fertilidad filosófica de las paradojas no ha de hacer perder de vista, desde la perspectiva de Parménides, que es relevante que para llegar a la verdad se debe afirmar el principio de no contradicción. Precisamente la mala fama que se les atribuye a los sofistas se basaba en que eran capaces de defender una idea y su contraria con increíble facilidad. Desde Estrategia Minerva Blog, cabe considerar que los problemas reales no suelen presentarse como un contraste de blancos y negros, sino más bien una gama de grises. Pero en este contexto cobra especial relevancia afirmar el principio de no contradicción. Porque en muchas ocasiones la simple consideración de que es imposible afirmar una propiedad y su contraria es una muestra de claridad y honradez.

“En mi opinión, debemos hacer la siguiente distinción : ¿qué es lo que siempre es y no tiene devenir, y qué, por otra parte, es lo que deviene sin cesar y nunca es? Lo primero es lo único comprensible unido al raciocinio (porque permanece siempre), lo segundo está conjeturado por la opinión acompañada por la sensación irracional, que nace y perece, sin jamás ser verdaderamente.” (Platón, Timeo, 27d) .

Este fragmento que se atribuye a Parménides es muy característico de su pensamiento. Existe una Vía de la Verdad –que conecta con la Razón, con la noción de Ser- y la Vía de la Opinión –que enlaza con los sentidos, que es futil y falsa-. Esta oposición es su forma de oponerse al empirismo de Heráclito y se podría considerar como un posible inicio de la controversia racionalismo/empirismo.

La posibilidad de conocer verdaderamente se conecta con la racionalidad y éste conecta con el Ser, que es inmóvil y eterno. Parménides afirma “todo es uno e inmutable”. Frente a esto, las apariencias de los sentidos, llevan a un camino que realmente no es, en un sentido profundo y fecundo.

Estas consideraciones metafísicas de la Filosofía clásica puedenhacer reflexionar sobre las vías de conocimiento en las sociedades del siglo XXI. La relevancia de los medios de comunicación, su búsqueda incesante de la actualidad, sus dinámicas y mecanismos y su enorme poder de influencia. Alguien podría verlos como la Vía de la Opinión de Parménides.

Recuperando a Italo Calvino y su ensayo ¿Por qué leer a los clásicos?, recordamos cuando afirma que “es clásico lo que persiste como ruido de fondo incluso allí donde la actualidad más incompatible se impone.” Cada uno ha de encontrar su Vía a la Verdad, al Ser, a la Racionalidad. Éstos quizá están más cerca de las obras clásicas que de una insaciable sed de titulares.

“Lo que puede decirse y pensarse debe ser, puede ser, pero la nada no es. Esto es lo que te ordeno que consideres, pues ésta es la primera vía de investigación de la que intento apartarte y después de aquella por la que los hombres ignorantes vagan, dicéfalos; pues la incapacidad guía en su pecho el pensamiento errante; son arrastrados, sordos y ciegos a la vez, estupefactos, gentes sin juicio, que creen que ser y no ser son lo mismo y no lo mismo; el camino que todos ellos siguen es regresivo.” Fr. 6 Simplicio, In Phys, 86, 27-28 (4-13)

La frase que se atribuye a Parménides es “lo que es, es y lo que no es, no es.” La vía de la Verdad lleva al Ser y la Vía de la Opinión comporta desorientación y regresión. La visión parmediana es una crítica contra el relativismo del todo vale, donde dominan las contradicciones.

El panorama que se refleja en estas palabras pone de manifiesto, una vez más, la relevancia de la educación. Para poder tomar las mejores decisiones es relevante estar preparado adecuadamente. Las oportunidades pueden darse si se sigue un camino hacia el conocimiento, no hacia la apariencia. Es la vía a la Verdad de Parménides.

Heráclito, aprender del cambio

Según Heráclito, la vida es como en río, que fluye, donde no se repiten dos veces la misma situación.
Según Heráclito, la vida es como en río, que fluye, donde no se repite dos veces la misma situación.

 

No todos los filósofos de la Antigüedad, tenían buena fama. Heráclito era conocido como “el Enigmático” o “el Oscuro”. Diógenes Laercio dice de él que “no expresa nada con claridad”. Se le atribuye un libro titulado Sobre la naturaleza.

En sus escritos se vislumbra un carácter profético, como si fuera una especie de oráculo. Kirk, Raven, Schofield explican que Platón le menciona, en ocasiones, en un tono humorístico e irónico e insiste, sobre todo, en una de sus opiniones “todas las cosas fluyen” que se le atribuye libremente en sus diálogos.

Analizaré a continuación algunas ideas de Heráclito y añadiré algunos comentarios sobre los temas de Estrategia Minerva Blog.

-Conócete a ti mismo

Según cuentan, una inscripción en el templo de Apolo de Delfos decía “Conócete a ti mismo”. Heráclito admiraba esta visión. Es un principio importante conocer las propias habilidades, energías, los puntos fuertes y los puntos débiles. Es necesaria una cierta introspección en la individualidad para saber qué posibilidades se tienen ante determinada situación. Pero la propia vida de Heráclito nos muestra los límites de esta introspección.

En efecto, Heráclito es acusado de misantropía como muestra en esta frase donde afirma “no fue discípulo de nadie -escribe Diógenes (IX, 5)-, sino que dijo que se había investigado a sí mismo y que todo lo había aprendido de sí mismo.” Estamos en una red de conocimiento, nadie puede pretender ser su única fuente de saber. No somos islas remotas. Aprendemos de los demás y siempre habrá alguien más sabio que uno, del que poder aprender.

Precisamente el ámbito de la negociación y de la estrategia surge porque existe un interés en que los demás se comporten de determinada manera y los demás también quieren algo de nosotros. Dicho de otra forma, la mayoría de relaciones entre los seres humanos son en escenarios cooperación y conflicto. Dos características de los individuos favorecen la cooperación como son: que somos mutuamente vulnerables y tenemos un altruismo limitado.

Con la base en esta mentalidad cerrilmente individualista, Heráclito “llegó a hacerse sumamente altanero y desdeñoso (…) Acabó por convertirse en misántropo; se retiró del mundo y vivió en los montes, alimentándose de hierbas y plantas. Convertido por esta causa en un hidrópico, bajó a la ciudad y en enigmas le preguntaba los médicos si ellos serían capaces de convertir en seco el tiempo lluvioso” (Diógenes Laercio, IX I).

La armonía es siempre el producto de los contrarios, por ello, el hecho básico del mundo natural es la lucha

El primer concepto clave en Heráclito es el de logos. Como afirma Guthrie, “Heráclito creyó primero y ante todo en un Logos.” Este afirma que “todo acontece de acuerdo con el Logos” y “el Logos ordena todas las cosas”. Según esta visión, una sola cosa es la sabiduría: conocer con juicio verdadero cómo todas las cosas son gobernadas a través de todas las cosas (Fr. 41 Diogénes Laercio, IX 1).

Para explicar como Heráclito concebía el logos, es importante la noción de lucha de contrarios. De esta forma, “la paz y la guerra no se suceden entre sí por turno: en el mundo existen siempre la paz y la guerra. El cese de la contienda significaría la desintegración del cosmos.”

Esta visión está conectada con la filosofía de Anaximandro y con algunas manifestaciones de filosofía oriental, como el taoísmo. Que la armonía se basa en la lucha de contrarios tiene implicaciones metafísicas, morales o jurídicas.

La clave está que la vida moral es lucha, en una visión del pluralismo agonista. La armonía es un equilibrio de contrarios. Un fondo de verdad asiste a cada parte que solo llega al equilibrio con la verdad de su contrario. Esto significa que el mundo moral es complejo, plural, cambiante…

Heráclito añade dos frases interesantes para pensar: “una armonía invisible es más intensa que otra visible” “la auténtica naturaleza de las cosas suele estar oculta”

-Todo está en continúo movimiento y cambio

Quizá la idea más famosa de Heráclito es que “todas las cosas fluyen”. Platón afirma que “Heráclito dice en alguna parte que todas las cosas se mueven y nada está quieto y comparando las cosas existentes con la corriente de un río dice que no te podrías sumergir dos veces en el mismo río” (Platón, Cratilo, 402 A).

La interpretación habitual es algo así como que todo pasa. De ahí la relevancia de las segundas oportunidades. La vida fluye en un río y no volverán a repetirse determinadas circunstancias. Por eso cada situación requiere de un enfoque adecuado a partir de la experiencia del pasado.

Según Brice Parain en su Historia de la Filosofía “la fórmula quería decir otra cosa; reuniría en una sola imagen a los contrarios: lo Mismo y lo Otro.” El río fluye pero es distinta la perspectiva del navegante y del observador externo. Quien vive unas circunstancias particulares tiene una perspectiva que difiere de quién vive desde fuera esas circunstancias. Por eso es tan relevante la comunicación humana y la posibilidad de influir en los demás.

Según Aristóteles, “las teorías de Heráclito de que todas las cosas sensibles están en un continuo fluir” (Aris, Meta, 987 a 32). Algunos han querido ver en esta visión de Heráclito un alabanza del relativismo. Cabe pensar que del cambio se puede aprender, de la experiencia, de los buenos consejos de los demás. La clave es que cada uno, al fin, encuentre su armonía, su conexión con el logos.


	

Pitágoras, armonía musical de los números

Los pitagóricos creían en el cosmos como armonía musical de números
Los pitagóricos creían en el cosmos como armonía musical de números

 

Quizá uno de los filósofos más famosos de la Antigüedad, especialmente por sus descubrimientos matemáticos, es Pitágoras. Nació el 570 a. C. y murió con 75 u ochenta años. Desarrolló una gran curiosidad y supuso avances en diversos campos del conocimiento.

Existe un cambio respecto a los filósofos anteriores. Como explica Guthrie en el enfoque pitagórico se da la “búsqueda de un modo de vida mediante el cual pueda establecerse la relación correcta entre el filósofo y el mundo.” Por tanto, la filosofía no es meramente especulativa, sino que tiene consecuencias prácticas en la forma de vivir.

Esta conexión entre Teoría y Práctica pudo llevarse a cabo en tiempos de Pitágoras ya que a su alrededor se fundó una comunidad de seguidores. Guthrie sostiene que Pitágoras fue un maestro religioso y político, más que un filósofo, y fundó una comunidad organizada de hombres empeñada en mantener su doctrina de un modo práctico. Esta comunidad se caracterizaba por tres rasgos:

a) En una sociedad que es más bien una secta religiosa que una escuela filosófica, el nombre del fundador se guarda en especial con una veneración particular; b) En toda escuela religiosa se da una tendencia particularmente fuerte a atribuir al fundador todas las doctrinas de la escuela; c) El silencio y guardar secreto era característica prominentes de su comportamiento.

La sectas religiosas del s. V a. C. quizá no guarden relación con los grupos humanos del siglo XXI o quizá sí. Se podría analizar si la veneración de un líder, la prevalencia comunitaria –frente al individuo- y el secretismo no están tan alejados de algunas formas de actuar en la actualidad.

A continuación se explicarán dos temas relacionados con las visiones pitagóricas:

Se aprende de lo semejante

Se atribuye a Pitágoras y su escuela el siguiente lema: “Lo semejante se conoce mediante lo semejante.” Este es un principio en el ámbito educativo. Como afirma A. E. Taylor, “el principio fundamental de esta “educación primitiva”, según la cual el alma crece inevitablemente de la misma manera y adquiere el carácter de lo que contempla, es evidentemente pitagórico.”

Este es un tema clásico y de actualidad, la educación del carácter que componen las virtudes. Estas son hábitos y disposiciones morales, que moldean el carácter de los individuos, que están vinculadas con modelos de excelencia humana. Uno se convierte en virtuoso, actuando virtuosamente. Lo que afirman los pitagóricos aquí es que el carácter también se educa con la contemplación de otros caracteres. Un indudable poder educativo de un buen ejemplo.

El cosmos como armonía musical de números

Se podría considerar que los pitagóricos eran una secta religiosa, donde se dieron una serie de descubrimientos matemáticos, llegando a un cierto “misticismo del numero”. Sin embargo, se buscaba una base científica y racional para el conocimiento.

Es una de las primeras manifestaciones donde Filosofía reconvierte realmente en un modo de vida, una concepción de la vida y el mundo que, en los términos de la época, suponían una forma de salvación eterna. Lo que es relevante es que, por primera vez, se da una conexión intrínseca entre al ámbito del conocimiento –Teoría- y el ámbito a la acción –Práctica-.

Aproximarse a la Escuela pitagórica y la figura de Pitágoras tiene la dificultad ya vista del secretismo que rodeaba sus actividades y la mitificación de su figura. Quizá la aportación más importante del legado pitagórico sea una particular visión sobre los número, la proporción y la armonía. Según esta cosmovisión, todo es número y éstos guardan una determinada proporción entre sí, que es la armonía. Esta visión se aplica a las notas y proporciones musicales y también a las medidas celestes.

Les atribuye Aristóteles que “las cosas en sí son números”, o que ellas “imitan” o “representan” números, o que “supusieron que los elementos de los números era los elementos de todas las cosas, y que la totalidad del cielo era harmonía y número” Aristóteles, Metafísica, 987, b 28; 986 a 1

El mundo está compuesto por números, que son los elementos base, y estos tienen una serie de proporciones. La armonía es el acoplamiento o adecuación entre sí de cosas, lo cual tiene un significado musical y un significado cósmico, con la armonía de las esferas.

Según Platón, los pitagóricos “buscan la relación numérica de los acordes audibles” Platón, República, 531 a. Y Aristóteles sostiene que “su razón consistía en que las propiedades numéricas son inherentes a la escala musical, a los cielos y a muchas otras cosas” Aristóteles, Metafísica, 987 b 28

Concluye Guthrie para los pitagóricos todo era una encarnación del número. Incluían aquí lo que nosotros llamaríamos abstracciones como justicia, mezcla, oportunidad. Como se puede intuir, la Teoría de la Ideas de Platón tiene un antecedente en las ideas de Pitágoras.

La idea de que el mundo está en armonía de unas partículas básicas, que guardan una proporción particular ha tenido gran influencia. Pero cabe plantearse qué visión tiene mayor poder explicativo: ¿la del mundo en armonía o la de la lucha de contrarios? La visión pitagórica afirmaba el mundo que guardaba proporciones armónicas semejantes a la música. Sin embargo, otras visiones ven el mundo como una oposición de contrarios, que están en lucha.

¿Son los problemas morales un tema de conocimiento –llegar a la proporción adecuada entre conceptos- o un tema de decisión –elegir entre los cuernos de un dilema trágico-? Estas dos visiones dependen de la Teoría de las Ideas que se manejen y de la forma que los seres humanos tienen de llegar a estas ideas, es decir, el conocimiento moral o epistemología.

Si las ideas son como pensaban los pitagóricos, la clave reside en conocer las proporciones que tienen las ideas, en llegar al número correcto. Esto puede ser cierto para las matemáticas, pero nuestro mundo moral es más complejo, rico y plural y, con permiso de los utilitaristas, no se puede calcular la solución de todos problemas éticos de los seres humanos.

Por otro lado, siempre será atractivo, e ilusionante, pensar que los secretos del Universo se descifran en clave de sol y se parecen a las variaciones Golberg de Bach.

Anaximandro, según Sentencia del Tiempo

Anaximandro concebía que el Tiempo se convertía en juez de las acciones
Anaximandro concebía que el Tiempo se convertía en juez de las acciones

 

Hubo un filósofo más joven que Tales de Mileto, que fue discípulo y conciudadano suyo. Su nombre era Anaximandro. Era un experto en Astronomía y, como Tales, preveía eclipses, solsticios y equinoccios. Compartían ambos filósofos el enfoque que concebía el cosmos como un todo y elaboraban diversas teorías sobre él. Eran conocidos como “filósofos de la naturaleza” o “fisiólogos” ya que precisamente ése el centro de sus indagaciones. Una idea original en el pensamiento de Anaximandro es que la sustancia origen del mundo se llama arché.

Sin duda, Anaximandro es conocido por una Sentencia que ha sido comentada por filósofos por Nietzsche y Heidegger que habla de una serie de temas que son relevantes en todas las épocas.

La Sentencia del Tiempo

Según la versión de Simplicio que ofrece Guthrie, la Sentencia dice “Anaximandro llamó arché y elemento de las cosas existentes “lo ilimitado”, siendo el primero en atribuir este nombre arché. Dice que no es agua ni ningún otro de los así llamados elementos, sino una sustancia diferente que es ilimitada, de la cual nacen todos los cielos y los mundos que hay en ellos. Las cosas perecen en aquellas que han recibido su ser, como es debido; pues mutuamente se dan justa retribución por su injusticia según el decreto –o quizás “ordenamiento”- del tiempo.”

Analizaré la Sentencia del Tiempo de Anaximandro en los siguientes elementos:

a) Mutuamente se dan justa retribución por su injusticia

Existen muchas versiones de esta Sentencia del Tiempo. En algunas se habla de retribución y en otras, de expiación. Pero todas comparten la idea de la lucha de contrarios. Esto tiene indudable trascendencia filosófica. Dos fuerzas opuestas donde el tiempo asume su justicia por retribución de las injusticias.

La oposición de contrarios como clave para entender el mundo moral tiene un indudable poder atractivo para explicar multitud de situaciones. Cabría lecturas a diferentes niveles: metafísico, moral, jurídico…

Un paralelismo que se suele hacer sobre la Sentencia de Anaximandro es con dilema clásico de Antígona. En esta historia, Antígona debe optar por obedecer la ley positiva –la orden del Rey Creonte de prohibir el entierro de su hermano- o seguir la ley divina –las leyes tradicionales de la ciudad que establecían que los muertos debían ser honrados adecuadamente-. Este dilema entre ley positiva y ley divina es un clásico de todos los tiempos y es una especie de lucha de contrarios.

Un buen enfoque estratégico debería dar una respuesta adecuada a las situaciones derivadas de dilemas trágicos. Estas situaciones se caracterizan porque sea cual sea la solución implicará una pérdida y sensación de remordimiento. En estos casos, se suele optar por el mal menor. Pero hay quien sostiene que, en ocasiones, los males no son comparables. Precisamente en eso reside la tragedia. Esto se denomina inconmensurabilidad en sentido fuerte y significa que dos valores no se pueden comparar. Es el dilema que se plantea en la película La decisión de Sophie.

Los dilemas muestran cómo son necesarias las elecciones morales significativas y que suele ocurrir que elegir una opción, también significa perder otra. El mundo moral se asemeja a una lucha de contrarios y ese es el fondo de verdad de la Sentencia del Tiempo de Anaximandro.

La verdad metafísica que asoma incluye que, en esta lucha de contrarios, las injusticias de un lado reparan en el otro lado en una visión retributiva. Esto tiene diversas implicaciones, pero parece percibirse la noción de que no existe injusticia que quede sin reparación. Es una afirmación atrevida, pero Anaximandro habla en una dimensión moral y metafísica que le da significado adecuado.

b) Según decreto del Tiempo 

En las diferentes versiones se habla del orden, disposición, decreto u ordenamiento del tiempo. Esto se interpreta como que el Tiempo es el verdadero juez de las diferentes acciones. La lucha de contrarios y sus reparaciones tienen lugar en una dimensión temporal. Finalmente el tiempo se convierte el juez.

Esto puede ayudar en Estrategia Minerva Blog a calibrar la importancia de los problemas. En ocasiones, estamos abrumados por determinados conflictos que crean mucha tensión. Lo que nos puede enseñar la Sentencia de Anaximandro, guardando las distancias y conceptos, es que los temas realmente relevantes son aquellos que dentro de 5 o 10 años nos pueden aun importar. En esas dimensiones se podría empezar a producir el juicio del Tiempo.

c) Mundos innumerables

Casi inadvertidamente Anaximandro hace referencia a la existencia de innumerables mundos cuando afirma “de la cual nacen todos los cielos y los mundos que hay en ellos.” Esto conecta con la cuestión de si existen mundos paralelos en una dimensión espacial o temporal. Es un tema complejo a nivel cosmológico.

Desde Estrategia Minerva Blog, la apelación a “mundos innumerables” puede hacer reflexionar sobre basarse en unas certezas que provienen de un mundo impermeable, cerrado, invariable. En ese sentido, es bueno viajar y conocer otros mundos, verse en otras culturas y dialogar con la diferencia y los diferentes. Darse cuenta que las circunstancias que nos rodean son parte –pero no el centro- del mundo.

Heidegger le dedica unas reflexiones a Anaximandro y concluye sus análisis con estas palabras:

“¿Qué ocurre si la esencia del hombre reside en pensar la verdad del ser?

Entonces, el pensar tendrá que hablar poéticamente desde el enigma del ser. El pensar trae la aurora de lo pensado a la proximidad de lo que queda por pensar.”

Tales de Mileto, del mito al logos

Los mitos actualmente provienen del cine y la televisión.
Los mitos actualmente provienen del cine y la televisión.

 

La Filosofía occidental tuvo su origen en Grecia, como una nueva forma de pensar y enfocar los problemas. Tales de Mileto (640-545 a.C.) es primera referencia cronológicamente entre los pensadores de esa época. En el fantástico libro Los filósofos presocráticos, Kirk, Raven, Shofield afirman que “según la tradición, Tales, el primer físico griego o investigador de la naturaleza de las cosas como un todo, predijo el eclipse que tuvo lugar en 858 a.C.”

Explica Proclo que Tales, tras haber ido primeramente a Egipto, trasplantó a Grecia esta especulación (la geometría). Alguno de sus logros tienenque ver con su viaje a Egipto. Se le atribuye una obra, de la que no queda rastro, titulada Astrología náutica. Es una especie de sabio desinteresado, especialista en astronomía y geometría. Precisamente Platón y Aristóteles cuentan dos anécdotas sobre Tales de Mileto que permiten reflexionar sobre aspectos relativos del Blog Estrategia Minerva.

La contemplación y la vida práctica 

Platón narra una anécdota de Tales cuando afirma: “Como, oh Teodoro, se dice que una aguda y graciosa esclava tracia se burló de Tales, porque, mientras observaba la estrellas y miraba a hacia arriba se cayó en un pozo; ávido por observar las cosas del cielo, le pasaban desapercibidas las que estaban detrás del él y delante de sus pies” (Platón, Teeto, 174 a).

La moraleja de la historia parece ser que la contemplación por temas elevados lleva a desatender las cuestiones prácticas. Entre las personas dedicadas a la reflexión teórica puede ser popular la imagen del sabio despistado. Como algunos estereotipos quizá guarda un fondo de verdad. Pero la reflexión a la inversa también es relevante. Esto es, alguien que viviendo sólo entre cuestiones prácticas, no dedique ningún momento a la contemplación. Es relevante no centrarse exclusivamente en lo cotidiano y destinar un espacio para hacer buenas preguntas y mantener la curiosidad intelectual. Hemos de aprender en todas las etapas de la vida.

Sobre la utilidad del saber

Aristóteles narra esta historia de Tales cuando sostiene “Pues dice que, cuando, por su pobreza, le reprochaban que la filosofía era inútil, tras haber observador por el estudio de los astros que iba a haber una gran producción de olivas, se procuró un pequeño capital, cuando aún era invierno, y que depositó fianzas por todas las presas de aceite de Mileto y Quíos, alquilándolas a bajo precio porque nadie licitó contra él. Cuando llegó el momento oportuno, al ser muchos los que a la vez y de repente las pedían, las iba alquilando al precio que quería y reunió mucho dinero, demostrando así que es fácil a los filósofos enriquecerse, si quieren, pero no es las riquezas lo que les interesa” (Aristóteles, Política I, 11, 1259 a 9).

Esta historia muestra cómo una cuestión es el cultivo del conocimiento que hace la Filosofía, y otro la rentabilidad práctica, e incluso económica, de este conocimiento. Los filósofos como Tales eran sabios que tenían su propia escala de valores, donde no estaba acumular riquezas. Sin embargo, él tenía los conocimientos suficientes para hacerse rico. Esto se puede vincular sobre otro tema como es la practicidad de la Filosofía. En ocasiones se ve como una disciplina que genera problemas meramente teóricos que solo tienen una dimensión teórica. No obstante, puede ser una cuestión de enfoque. La Filosofía debe tener vocación de aplicabilidad, con una intrínseca conexión entre Teoría y Práctica.

Del mito al logos

El tema central en Tales de Mileto es el paso de las explicaciones sobre el mundo basadas en mitos de las basadas en una incipiente racionalidad científica, que se conoce por logos. De sus pensamientos han llegado dos ideas originales que explicaban su visión. La primera es “incluso los seres aparentemente inanimados puede estar ‘vivos’: el mundo está lleno de dioses”. La segunda “la fuente y el principio de todas las cosas es el agua”.

Como afirman Kirk, Raven, Shofield “aunque estas ideas estaban muy influenciadas, directa o indirectamente, por sus precedentes mitológicos, es evidente que Tales abandonó la formulación mítica; este hecho por sí sólo justifica sus título de primer filósofo, por muy ingenuo que fuera aún su pensamiento.”

Los mitos en la época de Tales eran explicaciones sobrenaturales o basadas en motivos religiosos. Pues bien, ¿no se está viviendo en la actualidad un retorno de los mitos y del pensamiento mítico? Esta tesis se explica porque los mitos actuales viven en Hollywood o en las Revistas del corazón. La necesidad de explicar la realidad que tenían los griegos era cubierta, antes de la Filosofía, por los mitos de los dioses del Olimpo. En la actualidad, la explicación de la realidad viene de mitos del cine y la televisión. Parece que ahora también sea una novedad -necesaria-, volver al logos.

Quizá se podrá aducir que en la vida privada cada uno puede tener sus valores, creencias o mitos y cada cuál es libre de seguirlos mientras no dañe a otro. La cuestión es que el pensamiento mítico también se extiende a la esfera pública. ¿Podemos vivir gobernados ideas basadas en mitos? ¿Qué hay de mítico en las actuales propuestas políticas? ¿Es necesario volver al logos también en la política?

Es necesaria una cierta distancia ante los mitos, del tipo que sean, que permita su adecuada disección. El análisis filosófico, desde sus inicios, busca explicaciones basadas en la racionalidad. En la actualidad, parece que los mitos hayan vuelto en diferentes campos y se echan de menos enfoques que hagan un análisis racional de la realidad.

Explica Guthrie que “la fascinación perenne ejercida por los milesios radica, precisamente, en el hecho que sus ideas forman un puente entre dos mundos, el del mito y el de la razón.” Los mitos fascinan, pero la Filosofía hace buenas preguntas y busca sus respuestas.

Filósofo corporativo

La Filosofía puede tener un papel en entornos empresariales y de organizaciones
La Filosofía puede tener un papel en entornos empresariales y de organizaciones

 

El enfoque de Lou Marinoff está plasmado en varios libros tienen un carácter divulgativo, singularmente el popularmente conocido Más Platón menos Prozac. Es interesante porque este filósofo dedica un libro dirigido los profesionales que quieran seguir su método donde da las claves más relevantes de su visión y diferentes técnicas. Se trata de la obra Philosophical Practice donde solo existe en versión inglesa. En ese libro se tratan diversos elementos tales cómo hacer asesoramiento filosófico individualmente o para grupos. Una de la partes de libro más interesantes es la dedicada a explicar por qué un filósofo puede ser útil a las empresas y a las organizaciones.

El empeño principal de Marinoff es concebir que la Filosofía es algo útil, necesario y orientado a la práctica. En esta línea, propone una serie de cuestiones donde la Filosofía tiene su lugar en el mundo de las corporaciones. Esto, además, está vinculado con un tema de moda como es el de la Responsabilidad Social de las Empresas o la intersección entre ética y negocios.

La visión que se desarrolla en Philosophical Practice sobre este tema están incluida en un capítulo titulado Corporate Philosopher. Una de las funciones del filósofo en el mundo de las Organizaciones y las Empresas se vincula con los valores y los objetivos. De esta forma, Marinoff afirma que toda organización tiene una misión, un propósito. Mientras que la aserción desnuda de que el objetivo de una empresa es maximizar el beneficio es tautológica y empobrecedora. El objetivo o misión de las empresas no se completan en hacer dinero, sino cuando contribuyen a la seguridad, prosperidad, oportunidad e integridad de sus empleados, sus clientes y sus comunidades.

En este blog, se ha dedicado un post al Modelo ético virtuoso. Es interesante porque Marinoff asocia la función del asesoramiento filosófico con los comportamientos virtuosos de los individuos y las organizaciones. Desde esta visión, este autor afirma que “desde mi perspectiva, la premisa particular sobre la que descansa el asesoramiento filosófico reposa una simple noción en la que se basa cualquier sociedad civilizada: los individuos virtuosos son más deseables y más funcionales que los viciosos como miembros de la comunidad. De forma similar, la organizaciones más virtuosas son más deseables y más funcionales que las viciosas como miembros de la sociedad”.

La apuesta de Marinoff es aportar elementos de método donde el enfoque filosófico pueda ser relevante en la gestión del conflicto en ámbitos profesionales. Realiza una serie de reflexiones sobre fondo y forma a transcendencia filosófica. Desde esta perspectiva, Marinoff afirma que “la sustancia filosófica es infinitamente diversificable, aplicable de forma ubicua, y completamente inagotable. Ya sea lo que interesa a los empleados y su organizaciones, esto puede ser examinado y reevaluado filosóficamente.” Una de las características de la Filosofía es la capacidad de análisis y la de aprender a través de buenas preguntas.

A continuación, se analizarán diversas técnicas del Filósofo corporativo: a) Discurso motivacional; b) Creación de códigos éticos; c) Auto-defensa moral; d) Entrenamiento en dilemas.

Discurso motivacional:

Una de las funciones de la Filosofía en las Organizaciones es como forma de potenciar la motivación, especialmente a través de discursos en eventos señalados o pequeños Workshops. De esta forma, los Filósofos corporativos cumplirían un rol como una especie de entrenadores de atletismo, donde se aunarían una figura paternal, en parte líder, en parte confesor, en parte filósofo, en parte psicólogo, en parte innovador y completamente un motivador para conseguir los objetivos propuestos.

El Filósofo corporativo sería un experto en asesoramiento motivacional. Esto está bastante de moda y se conoce como coaching. Lo que distingue al Filósofo son las herramientas y el background que utiliza. Un ejemplo sería ser orador motivacional en un evento corporativo, motivando, persuadiendo con razones sólidas, infundiendo entusiasmo contagioso, galvanizando con energía retorica, utilizando un carisma fuerte.

Creación de Códigos éticos:

Otro ámbito donde los Filósofos tiene un papel destacado en el mundo empresarial y de las organización es la Deontología profesional y la plasmación de sus valores en Códigos éticos. A este respecto, Marinoff sostiene que “mientras cualquier persona inteligente puede formar un código de ética, no cada persona inteligente puede implementarlo en un lugar de trabajo.”

Lo que pone en cuestión es la distancia que, a veces, se produce entre la teoría y la práctica de la ética profesional y precisamente lo que defiende es que la práctica desde ser un ejercicio de prudencia. De esta forma, Marinoff, sostiene que “el arte de la efectiva implementación en sí misma descansa en una metodología confiable – que en este contexto es una manifestación de la phronesis– que es precisamente que los filósofos prácticos pueden ofrecer.” Otro elemento relevante donde los filósofos tienen un papel es el cumplimiento ético donde a través de Comités de Ética o similares se establece algún tipo de sanción al incumplimiento de las normas deontológicas.

Auto-defensa moral:

En los puestos de trabajo conviven personas de diferencias en sexo, religión o convicciones, origen racial o étnico, capacidad-discapacidad, orientación sexual…

En ocasiones, se dan conflictos laborales debidos a estas características y una función de los filósofos es facilitar la gestión de estos conflictos. Una forma es impartir seminarios para sensibilizar en determinadas problemáticas. Habitualmente lo políticamente correcto es sensibilizarse por estas cuestiones. Sin embargo, el enfoque de Marinoff es precisamente que, ante estas cuestiones, se debe ser insensible como una mejor solución al conflicto.

Entrenamiento en dilemas:

La técnica de los dilemas sirve para plantear cuestiones donde se dan situaciones con intereses contrapuestos. Marinoff habla de conflictos entre moralidad privada y ética profesional, entre honestidad o complicidad con delitos de cuello blanco o situaciones donde se trata de hacer el trabajo de forma íntegra frente a otras posibilidades.

Por ultimo, el filósofo corporativo tiene un gran papel en el fomento y desarrollo del liderazgo y la buena gobernanza. Se trata de desarrollar una cultura de valores positivos que potencien a personas con iniciativa y visión de futuro

Construyendo tu casa filosófica

La Filosofia puede ser útil en las grandes cuestiones de la vida
La Filosofia puede ser útil en las grandes cuestiones de la vida

 

Después de Más Platón y menos Prozac, Lou Marinoff escribió una obra que en la versión española se llamó Pregúntale a Platón y en la versión inglesa Big questions. How Philosophy can change your life. Allí el filósofo estadounidense desarrolla su enfoque sobre diversos temas polémicos de una forma iconoclasta y, en ocasiones, crítica con lo políticamente correcto. Así nos habla sobre razón o pasión, sufrimiento, amor, guerra de sexos, tecnología, espiritualidad, cambios… Realiza planteamientos originales y apela a diversas filosofías vitales. En el inicio de la obra, Marinoff expone ocho formas que la filosofía puede cambiar tu vida. Estas serían: Curando, Floreciendo, Consiguiendo, Despertando, Administrando, Purificando, Siendo.

Uno de los capítulos más interesantes del libro es en el que expone el Método MEANS, que es el acrónimo en inglés de Momentos de verdad, Expectativas, Apegos, Emociones negativas y Elecciones sagaces. Este método busca construir una casa filosófica donde llevar a cabo los planes de vida. Como afirma Marinoff, no es el proyecto de un día, construir la casa supone mucho tiempo y esfuerzo. A continuación se analizarán los elementos del Método MEANS.

Momentos de verdad:

El primer elemento son situaciones difíciles que nos llenan de preguntas y donde la salida no es sencilla. Como afirma Marinoff, todos experimentamos momentos de verdad en nuestras vidas: esto es, tiempos donde somos severamente puestos a prueba por las circunstancias. Se trata de situaciones como accidentes, daños, enfermedades, la pérdida de un ser querido, la ruptura de un matrimonio o un repentino cambio de carrera. O cualquier situación catárquica similar que no tiene una solución inmediata y de la que no hay refugio aparente.

Desde este perspectiva, Marinoff sostiene que éstas son las mayores oportunidades de para hacer grandes avances en crecimiento personal. Estos momentos son incluso más significativos por la verdad que revelan que por el sufrimiento que comportan. Cuando las cosas van mal la gente de repente esta llena de preguntas sobre sus circunstancias. Nadie cuestiona los buenos tiempos, en los malos tiempos de repente todo el mundo es filósofo. De esta forma, Marinoff afirma que como los malos tiempos son inevitables. Es mejor si tienes una filosofía de vida preparada y a la espera.

Expectativas:

En el enfoque de Marinoff se centra en las fuentes de malestar y una de las mayores de estas fuentes son las expectativas. De esta forma, el autor afirma que todos tenemos expectativas. Sobre uno, sobre los demás, sobre las cosas en particular o el mundo en general. Cuanta más expectativas tengas, más interferirán en una filosofía de vida constructiva.

De hecho, se podría decir que gran parte de lo que compone la felicidad o infelicidad se basa en las expectativas anteriores. En este contexto, Marinoff se pregunta “si tus expectativas era irreales, ¿por qué mantenerlas? Si eran realistas, ¿por qué no cumplirlas?”. El mejor consejo es tener unas expectativas que prevean el peor escenario posible, pero también estar preparado para gestionar si se cumplen las mejores expectativas.

Apegos:

El siguiente punto de atención de Marinoff son los apegos –attachments-. De esta forma, afirma que todos tenemos apegos, ya sea beneficiosos o negativos. Estos pueden ser gustos o aversiones. Los gustos se puede convertir en obsesiones y las aversiones se puede convertir en prejuicios. La forma de concebir tus apegos son causas primarias de tu malestar. La cuestión es qué nos domina y cuáles son las cosas y emociones vinculadas que, en ocasiones, hacen que no tomemos una decisión libre y con la información adecuada.

Es interesante que Marinoff profundice en el tema de que tenemos apegos a las memorias y recuerdos. De esta forma, tu identidad es la suma total de tus memorias. Pero un actitud crítica y abierta al cambio también es algo positivo y puede ser una fuente de bienestar.

Emociones negativas:

La emociones son un elemento relevante a tener en cuenta en la vida. Con el amor, la empatía o la compasión se pueden formar familias o sociedades. En cambio, las emociones negativas como el odio, la hostilidad o el resentimiento también pueden ser poderosas. Marinoff recomienda transformar la energía negativa en energía neutral o positiva.

La energía neutral es una actividad o diversión que permite disipar las malas hondas sin hacer daño a nadie. Por ejemplo, el ejercicio físico, diversos juegos o hobbies. Pero es mejor si se transforma la energía negativa en energía positiva. La clave estaría en evitar dañar a otros mostrando energía positiva y constructiva pudiendo, de hecho, ayudar a los demás.

Elecciones sagaces:

Construir una casa filosófica supone tener una filosofía de vida que puede ayudarnos a tomar las decisiones más difíciles. Como afirma Marinoff nunca podemos garantizar que hacemos el mejor movimiento, Nuestro reto más grande: hacer las mejores opciones como opuestas a las peores. En este contexto, la regla sería mejorar el bienestar y reducir el malestar. En este sentido, Marinoff afirma que “sé sabio o tonto como prefieras y transforma tu vida de acuerdo con eso”.

La clave de una buena Filosofía de vida es cómo gestionar los cambios y conservar el bienestar. Se debe desarrollar la energía positiva en todos los ámbitos y poder transformar, de forma adecuada, la negativa. Marinoff sostiene que tu Filosofía de vida te inclina hacia transformaciones positivas, que te llevará jubiloso por los buenos tiempos y nunca lejos de la comodidad, incluso en los malos tiempos.

 

Asesoramiento filosófico en acción

El empeño de Marinoff es convertir la Filosofia en un enfoque aplicado, útil y orientado a la práctica
El empeño de Marinoff es convertir la Filosofia en un enfoque aplicado, útil y orientado a la práctica

 

En la obra Mas Platón y menos Prozac, Lou Marinoff propone un método para analizar problemas que es la base del asesoramiento filosófico que defiende que es una forma útil de resolver situaciones de la vida cotidiana. Su empeño es convertir la Filosofía en una disciplina aplicada y el enfoque filosófico en un enfoque práctico, útil y necesario para orientar a los seres humanos en los dilemas del mundo moral.

Desde esta perspectiva, Marinoff presenta en un capítulo de esta obra titulado el proceso PEACE: cinco pasos para enfrentarse a los problemas con Filosofía. Este es un método para utilizar la Filosofía práctica y enfocar con éxito diversas situaciones. Lo primero que dice el autor es que “el asesoramiento filosófico es más un arte que una ciencia y siempre es diferente con cada individuo.”

Se llama proceso PEACE porque es un acrónimo cinco etapas: Problema, Emoción, Análisis, Contemplación y Equilibrio. Todas estas etapas son relevantes a la hora de afrontar y resolver un tema que cree preocupación. Se trata de seguir estas etapas con el orden propuesto. A continuación, se ofrecerá un análisis de cada una de estas etapas:

Problema: La primera tarea es identificar el problema. Esto en ocasiones, es fácil o puede ser más difícil. Si alguien ha perdido recientemente a un ser querido es fácil identificar que esto será motivo de su tristeza. Sin embargo, otra veces, alguien puede afirmar no conocer el motivo de su dolor. O mejor expresado, el motivo esté oculto en una maraña de diversas experiencias vitales y creencias arraigadas.

Identificar bien el problema también permite delimitar cuándo se trata de un tema que resuelve la Psicología y cuándo se trata de una cuestión eminentemente filosófica. La Filosofía intenta dar respuesta a las grandes cuestiones de la vida y, en muchas ocasiones, formula nuevas preguntas. Recordando el método socrático de siempre formular preguntar que despertaran las ideas y partir del conocido “sólo sé que no sé nada”. Y, a partir de aquí, querer aprender en un diálogo enriquecedor.

Emoción: La segunda etapa consiste en hacer acopio de las emociones que le provoca el problema. Los temas suelen llevar implicados componentes emocionales implícitos o explícitos que pueden facilitar o entorpecer el normal curso de los acontecimientos. En otro post, me he ocupado de las emociones en la negociación donde éstas tienen un papel que debe ser tenido en cuenta para conseguir el éxito pretendido.

El consejo que ofrece Marinoff consiste en sostener que “debe experimentar emociones genuinas y canalizarlas de forma constructiva.” Al afrontar un tema deben aflorar la diversas emociones y comprobar su influencia en nuestra perspectiva. Es relevante saber distanciarse del sesgo emocional sobre personas y valores para poder tomar decisiones adecuadas.

Análisis: En la tercera etapa, usted enumera y examina las opciones para resolver el problema. Se trata de analizar todas las posibilidades y, en ocasiones, usando la imaginación. En otro post, me referí a Inventar opciones para beneficio mutuo para las situaciones donde desde la creatividad se pueden sugerir nuevas opciones en el curso de las negociaciones.

En esta etapa de análisis, las diversas filosofías o los fragmentos de la Historia de las Ideas o el método filosófico sirven de adecuado marco desde el que examinar los diversos temas. La Filosofía es necesaria e útil, para entender el mundo que nos rodea. En este sentido, Marinoff sostiene que “la solución ideal sería que normalizara tanto los aspectos externos (el problema) como los internos (las emociones que ha despertado el problema), pero la solución final no siempre está a su alcance.”

Una vida no examinada no merece ser vivida, decía Sócrates. El examen filosófico de la vida nos debe ayudar a vivir mejor. Ese es el origen de toda ética, aprender a vivir bien.

Equilibrio: En la siguiente etapa, usted da un paso atrás, gana cierta perspectiva y contempla la situación en su conjunto. Esta es un etapa de contemplación holista de los pros y los contra, de los argumentos a favor y en contra de cada posición. Se trataría de, si se trata de un dilema, cuál de las dos salidas pesa menos o tiene menos costes. Esa es una forma de análisis, pero los dilemas son tales porque cualquiera que sea su salida provoca remordimiento.

La vida es más compleja, plural rica en matices y no puede ser analizada a partir de una única variable, en forma de análisis coste-beneficio. Sí es posible intentar pasar de los detalles de lo particular a lo general y tratar de encontrar un equilibrio a partir de un marco analítico que haya sido proveído desde bases filosóficas.

En la Historia de las Ideas, existen visiones más próximas a la armonía de los valores y otras al conflicto o pluralismo de valores. Hay filosofías que afirman que para cada problema existe una única solución o filosofías que afirman que nuestro mundo moral nos aboca a decisiones trágicas entre soluciones inconmensurables. Depende como se conciban los valores y las capacidades de los seres humanos de llegar a conocerlos. Ese es el camino que siguen las diversas filosofías.

La última fase del asesoramiento filosófico supone hacer un balance enriquecedor de lo que la Filosofía ha aportado en su enfoque de los problemas. Como sostiene Marinoff, después de enunciar el problema, expresar sus emociones, analizar sus opciones y contemplar la situación desde una postura filosófica, alcanzará el equilibrio. Esa es la forma de entender la esencia de su problema y estará preparado para emprender actos adecuados y justificables. Esta es la forma habitual del enfoque conocido como práctica filosófica.

 

Filosofía para la vida cotidiana

La Filosofía puede ser útil para resolver problemas de la vida. Es una cuestión de buen enfoque
La Filosofía puede ser útil para resolver problemas de la vida. Es una cuestión de buen enfoque

 

En el primer post de este Blog se planteaba, desde el título, una curiosa afirmación: “Todos somos filósofos, pero ¿somos todos estrategas?”. Allí se aludía a la idea de que la complejidad de la vida requería de una actitud vital próxima a la Filosofía para poder encarar con éxito los diversos embates diarios. La idea que se traslucía es que era necesario un marco analítico, un vocabulario moral -un alfa y un omega- y especialmente una forma de aproximarse a los cambios, a lo desconocido, que se vincula con el espíritu filosófico.

Habitualmente la Filosofía no tiene demasiado buena prensa. Algunos consideran que no sirve para nada. Otros que es una reflexión teórica que responde sólo a problemas autogenerados en la teoría misma. Sin embargo, las cosas pueden enfocarse de otra forma. La primera constatación es que todos somos filósofos. Dicho en otros términos, la Filosofía es útil para afrontar la vida. En palabras del filósofo Lou Marinoff “todo el mundo tiene una filosofía de vida pero pocos de nosotros gozamos del privilegio o el tiempo libre necesario para esclarecer sutilezas. Tendemos a irlo haciendo sobre la marcha.”

En su obra más conocida, titulada Más Platón y menos Prozac, Lou Marinoff ofrece una serie de elementos para defender el aspectopráctico de la Filosofía para resolver asuntos. Como señala el autor, pese a la fama que ostenta, la Filosofía no tiene por qué resultar intimidante, aburrida o incomprensible. Esa es una visión habitual sobre lo filosófico, pero todo el enfoque de Marinoff es convencernos de lo contrario.

Desde Sócrates, la Filosofía se ha ocupado de hacer buenas preguntas: “¿Qué es una buena vida? ¿Qué es el bien? ¿En qué consiste la vida? ¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué obrar correctamente?¿Por qué debería obrar correctamente? ¿Qué significa obrar correctamente?” Cualquier persona vive en un mundo particular de certezas que, de alguna forma, sirven de respuesta a estas cuestiones. A veces este mundo de certezas pertenece inarticulado, pero está presente. Precisamente la diferencia con la Filosofía como disciplina académica es que ésta denomina técnicamente, según cada corriente de pensamiento, diversos conceptos. Mientras los seres humanos, sin especial bagaje filosófico, afrontan las grandes preguntas de la vida y desarrollan su particular Filosofía de vida –su alfa y su omega- aunque puedan desconocer su concreta denominación técnica.

Desde esta perspectiva, Marinoff es un defensor de la Práctica filosófica frente a la Filosofía académica. La Práctica filosófica busca resolver problemas cotidianos de las personas y de las organizaciones a través del método filosófico. De esta forma, el autor desarrolla diferentes técnicas para lograr su objetivo. Así, afirma que “en función de su problema, examinaríamos las ideas de los filósofos que mejor se apliquen a su caso, aquellos con las que usted se sintiera más cómodo”.

La idea es buscar en al Historia de las ideas aquellas reflexiones que pueden ser útiles para resolver problemas a personas en concreto. Vivimos en la complejidad, manejando generalmente gran cantidad de información, pero a la vez ignoramos muchas cosas y sobre todo desconocemos, en ocasiones, cuál es la mejor forma de afrontar situaciones difíciles. Desde esta perspectiva, Marinoff afirma que “la Filosofía esta recobrando su legitimidad perdida como un modo útil de examinar el mundo que nos rodea, mientras el universo nos proporciona nuevos misterios antes de que ni la teología ni la ciencia hayan podido reconciliar los enigmas existentes.”

El proceso de globalización convierte a las identidades en interdependientes, desterritorializadas e híbridas. Los seres humanos tienen preguntas y sed de conocimientos. Algunas respuestas pueden venir de la Ciencia, pero existen una serie de cuestiones donde la Filosofía puede servir de marco analítico que oriente a los individuos.

Este enfoque de la Filosofía práctica, que defiende Marinoff, se inspira en los más grandes filósofos y filosofías de la historia del mundo para enseñarle a abordar los aspectos más importantes de la vida. Muchas veces los problemas de los seres humanos tienen que ver con las grandes cuestiones de la vida y su adecuado enfoque. Los problemas que se afrontan son eminentemente filosóficos donde es relevante una adecuada trasmisión de ideas en un sentido positivo.

Como señala Marinoff la mayoría de los campos de estudio académico en los que existe una rama de investigación pura también cuenta con una rama aplicada. Y, a veces, parece que la Filosofía sólo sea teoría pura, cuando en realidad lo que plantea este enfoque de la Práctica filosófica es que el enfoque filosófico es útil y valioso para la vida cotidiana y parauna adecuada compresión de los problemas de las personas y las organizaciones.

Se deberá distinguir entre la Filosofía como disciplina académica y la Práctica filosófica que es un enfoque filosófico aplicado a la vida cotidiana. De esta forma, Marinoff sostiene que “la sabiduría de la filosofía de la vida, que está relacionada con la vida real y la forma de vivirla, precede a la institucionalización de la filosofía como una gimnasia mental que no tiene nada que ver con la vida.” El mérito estará en extraer las ideas y los fragmentos de la Historia de las Ideas que puedan ser de interés para la Práctica filosófica.

El título del libro de Marinoff Más Platón y menos Prozac hace referencia a la distinción entre problemas que tienen una solución psicológica y una terapia en este campo y problemas eminentemente filosóficos que requieren de un asesoramiento en este ámbito. Lo que habitualmente no se concibe es que existan problemas en nuestra vida que tengan más que ver con la Filosofía que con la Psicología. De esta forma, Marinoff concluye que el asesoramiento filosófico es una terapia para cuerdos.

Alguien puede estar bien de salud, pero tener una gran desazón porque no encuentra el sentido a su vida. Esta es una gran cuestión donde la Filosofía puede orientar. Como es sabido, Sócrates declaraba que una vida no examinada no merecía la pena ser vivida. Ese es el impulso filosófico primigenio, analizar la vida e intentar darle sentido. Como afirma Marinoff, la Filosofía está volviendo a la luz del día, donde las personas corrientes pueden entenderla y aplicarla. Hacer así una Filosofía para la vida cotidiana.